Casarse en la playa de Manuel Antonio es un sueño hecho realidad para muchas parejas, y aquí te explicamos por qué:

Arena dorada bajo tus pies, El océano Pacífico brillando de fondo, Frondosos acantilados de la selva tropical, Monos y loros como banda sonora, Es el tipo de lugar que parece un cuento de hadas, pero es real: Manuel Antonio es famoso por su mágica combinación de belleza salvaje y encanto íntimo.

Casarse en la playa Dominical es una belleza salvaje e indómita.

Dominical es playas de arena negra con olas espectaculares, con un ambiente relajado y bohemio de pueblo surfero, rodeado de una densa selva, cascadas y acantilados. Menos turístico, más aislado y más personal, esto lo hace ideal si buscas una boda auténtica y natural, sin una puesta en escena recargada.

Una boda aquí no se trata de arreglos florales perfectos, sino de conexión, simplicidad y paz; perfecto para escapadas, ceremonias íntimas o celebraciones poco convencionales.

Paisajes increíbles más allá de la playa. En las cercanías, encontrarás las Cataratas de Nauyaca, Playa Hermosa y exuberantes vistas a las m

Casarse en Uvita es como decir “sí” en medio de un sueño tropical. Este rincón escondido de Costa Rica, rodeado de playas vírgenes, selvas encantadas y cascadas que susurran historias de amor eterno, crea el escenario perfecto para una unión inolvidable.

El icónico Parque Nacional Marino Ballena y la forma natural de una cola de ballena en la costa parecen bendecir la unión con su belleza única. Aquí, la naturaleza no es solo un fondo, sino parte del alma de tu boda.

Y cuando el sol comienza a caer, el cielo se pinta con tonos dorados, rosados y naranjas, envolviendo a los enamorados en una luz suave y cálida. Las puestas de sol en Uvita son poesía pura: el momento ideal para prometer amor eterno mientras el océano aplaude con cada ola.